Una pequeña introducción

Bienvenido. Para información al respecto de por qué y para qué este espacio, sígame>>> Click aquí


Carta a ti, mi luna: escrita por simple complacencia


He de comenzar con un saludo amargo, no siempre hay presente una sonrisa aunque digan que para ésta no tengan que haber motivos aparentes. Escribo estas letras con ánimos de que quizá lleguen algún día a su destino, sé que es poco probable, pero mientras ponga cada letra en este lugar, soñaré con que suceda, que aquella persona se sonría al ver que hay alguien perdido entre blogs y letras tratando de llamar su atención de una forma tan sumisa y poco ruidosa.



Hola!
Han pasado ya varios meses desde nuestro último encuentro. Siempre me pregunté por qué el universo se cansó de conspirar para encontrarnos más a menudo. Pero eso pasa, te sigo viendo ocasionalmente de lejos siempre con tu apresurado caminar, con el que te alejas rápidamente mientras que pienso en alcanzarte. Y en eso se ha quedado mi acción, en pensar solamente. Es difícil acercarse a alguien sin algún motivo cuando poco conoces de ella, y lo sé, ahora trato de justificar mi miedo a ser rechazado. No debería ni sentirlo, ya he hablado contigo, y sé que con algunas palabras no siempre es suficiente para comenzar a sentir emociones a favor tuyo, pero así me pasó a mí. Recuerdo tanto esas oportunidades de escuchar tus pensamientos mediante palabras que facilmente podía entender. Aprecié cada lugar donde se dio cada encuentro ocasional de no más de 1 minuto, a pesar de que ante los ojos de cualquiera fuesen simples aceras colmadas de gente que va y viene. No hablábamos de nada relevante, apenas si nos contábamos pequeños detalles de los días vividos era mucho, pero para mí era suficiente, con ello supe bastantes cosas de ti que no siempre en tus palabras mencionabas, un espíritu libre me hablaba y me invitaba a mirar más allá de lo que tus ojos reflejaban, algo que me produjo más sed y ganas de ir a descubrirlo, pero por los temores que siempre me han acompañado, no me dejé guiar por tu sonrisa, seguro que habría llegado al lugar donde hubiese sido adecuado invitarte a caminar conmigo.

Tres o cuatro ocasiones fueron suficientes para que esa sed de información tuya fuese desesperante. Esto suena gracioso y extraño a la vez, pero sólo quien lo vive, sabe entenderse y tiene sus razones, yo trato de explicar con las palabras que creo necesarias, tanto como uno de esos encuentros contigo, en el que mis palabras no eran tan fluídas como en cualquier otra situación, donde mis sentidos se concentraban en una sola acción: sentirte. Sentirte de todas las maneras. Observándote y no perderte de vista, porque tu belleza es un deleite para mis ojos. Escuchándote porque tus palabras no son ondas sonoras que se desperdician a diestra y siniestra, sino que reflejan tu verdadero contenido mental y espiritual. Hablándote aunque mis palabras salieran torpes e hipnotizadas por tu encanto. Y admirándote. Porque te siento tan sabia y tan ideal, tan tú, por no mentir llamándote perfecta. Con ello tuve suficiente para querer caminar contigo, y no sólo caminar durante unas cuantas calles, quise caminar contigo por una parte de mi vida, con ella sabría si tu compañía la desearía por todo el sendero de mi vida, eso siempre pasa de esa manera.

Pero tanta magnificencia tenía su parte mala: era tan real, que por ser real siempre lleva sus contraindicaciones. En esta parte de esta pequeña historia, creo que el destino pausó el contacto que teníamos, que aunque era ocasional, lo disfrutaba tanto como si te frecuentara diariamente. Quejándome de la parte que me había tocado, salí a la calle a buscarte a ti y a eso que te hacía ser tan tú. Cometí errores, esos que se hacen con una mente nublada de tantas ansias, te busqué, te llamé con mis sueños, incluso me atreví a caminar por los senderos que solías frecuentar, aún sabiendo que por eso me gustaste: porque eres impredecible. Pero más pudo mi actitud del frenético buscador. En vano fueron todos mis afanes, porque al buscar tu presencia sólo me encontraba con tus recuerdos. Y como todo corredor que llega a su límite, me cansé de correr.

Y el tiempo pasó,ahora ya no corro
Espero apenas
Pero esto no me importa
Yo esperaré - El Gato y la luna

Me limité a caminar despacio, sé que conservo el afán y las ansias de poder hablar contigo, pero quiero dar tiempo al universo para que medite las cosas. Sé que te veré y aprovecharé ese momento, porque mis temores han desaparecido, y te llamaré mi luna porque tal como muchos queremos, alcanzarla es un sueño que se puede lograr, sólo con la paciencia que sea suficiente.

Sé que nuestros caminos por algún momento serán uno sólo.
Y estaré ahí para enfrentar lo que venga en este sendero

(clm^2)^3! :D

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Por favor, modere su vocabulario.